Por Neisa Isabel Mesa del Toro
La cría en cautiverio de alacranes avanza en la provincia cubana de Ciego de Ávila como parte del programa nacional encaminado a incrementar la elaboración de medicamentos para el tratamiento del cáncer.
Especialistas del Laboratorio Biológico Farmacéutico (Labiofam) de Ciego de Ávila son los encargados de la extracción del veneno del escorpión Rhopalurus junceus, especie endémica de Cuba, con el cual se fabrica el toxoide.
En la planta, que funciona en la ciudad avileña de Morón, se obtienen mensualmente entre 900 y mil mililitros de la toxina, la que envían a los laboratorios de Labiofam de La Habana, para su procesamiento.
Madelín Hilacha, técnica de control y calidad del centro, resaltó a Prensa Latina que por cada ejemplar pueden extraer hasta cinco gotas, en dependencia de la concentración de proteínas y la fortaleza del alacrán.
La extracción del veneno se realiza a través de estímulos eléctricos que provocan la liberación de la toxina y como promedio cada alacrán aporta 0.02 mililitros, o sea de dos o tres gotas, precisó.
Los escorpiones son capturados en zonas rocosas y húmedas, fundamentalmente, en los cayos del norte de Ciego de Ávila, la loma de Cunagua y en las serranías del municipio de Florencia, donde más abunda ese animalito, explicó.
Una vez llevado a la planta lo clasifican por sexo, fecha y lugar de captura y lo introducen en frascos plásticos o de cristal, cada uno por separado, con abundante agua todo el día y el alimento necesario, puntualizó Hilacha.
Allí permanecen por espacio de dos años y después son devueltos a su hábitat natural y de esta forma, preservar la especie», expresó.
Desde hace unas dos décadas en la región de Guantánamo, en el oriente cubano, se descubrieron los efectos anticancerígenos del veneno de alacrán, y a partir de entonces comenzó una investigación más profunda.
El tóxoide, nombre que recibe el medicamento, ha beneficiado a miles de pacientes cubanos y extranjeros, de Europa y Latinoamérica, con tumores cancerígenos, en el pulmón, las mamas, el cuello del útero, colon, la próstata y el páncreas.
También se ha corroborado la efectividad del veneno como analgésico y anti-inflamatorio.
Actualmente en toda Cuba existen criaderos del alacran Rhopalurus junceus, dotados de las condiciones necesarias para su reproducción.
El alacrán es considerado el artrópodo terrestre más antiguo: se dice que existe desde hace unos 400 millones de años, y en Cuba su empleo con fines curativos data del siglo XVIII.
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