Por Delicia Leyva Morales Foto Sergio Baños Aguiar
Playa El Paso, cerca del hotel Allegro Club Cayo Guillermo (antiguo Villa Cojímar) en Cayo Guillermo, es la más afectada por la erosión en Jardines del Rey. En los últimos cinco años la línea de costa ha retrocedido 14 metros hacia el interior de la duna.
Un estudio de especialistas del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros (CIEC) de Cayo Coco reveló el acelerado proceso erosivo de las playas del destino turístico Jardines del Rey, con un ritmo de retroceso de la línea de costa, estimado en 3,08 metros por año, aun en aquellas donde la intervención directa del ser humano es casi nula.
La erosión costera constituye un proceso natural en las playas del Caribe, pero en los últimos cinco años, las costas de la cayería norte de la provincia de Ciego de Ávila han sido afectadas, principalmente, por el incremento de la intensidad del viento y su efecto destructivo, la incidencia del oleaje y la acción incorrecta del hombre al extraer arena o edificar obras en zonas no adecuadas, favoreciendo el deterioro de esos ecosistemas.
«En el proceso erosivo interactúan muchos factores naturales y antrópicos, pero no hay dudas de que las construcciones rígidas sobre las dunas, el trasiego de materiales, el relleno de las lagunas costeras y la tecnología empleada para la limpieza de la playa, también contribuyen a que el impacto negativo sea mayor», dijo el Máster en Ciencias Raúl Gómez Fernández, investigador auxiliar del CIEC.
«El principal problema que tenemos en Jardines del Rey y en el resto de los destinos turísticos del país situados en cayos, es el desconocimiento sobre los diseños y el empleo de materiales adecuados para la construcción de hoteles en esos ecosistemas tan frágiles.
«Las edificaciones y los accesos a las playas deben hacerse con materiales sintéticos ligeros o con madera, para disminuir la afectación del oleaje contra los objetos y mantener la armonía con la vegetación natural que protege las dunas de las incidencias de las lluvias y las brisas marinas.
«El fenómeno de la erosión es palpable y afecta la comercialización del destino turístico, pues muchos vacacionistas foráneos quedan satisfechos con los servicios de los hoteles donde se alojan, pero manifiestan su preocupación por la calidad de la playas, muchas de ellas, con rocas y poco espacio disponible para la exposición al sol y las actividades recreativas», resaltó Gómez.
Para mitigar la vulnerabilidad de las mismas, los especialistas del CIEC ejecutan un proyecto de rehabilitación y mantenimiento ambiental que incluye, entre otras acciones, la prohibición del acceso de vehículos hacia la costa, la limpieza manual de las playas y edificación de pasarelas de madera, y la reforestación para proteger las dunas.
Entre las playas más afectadas, con diferentes grados de deterioro, figuran El Paso y El Medio en cayo Guillermo, y los balnearios Larga, Flamenco y Las Coloradas en cayo Coco, para las cuales está previsto, por primera vez y de forma gradual, el vertimiento de arena en 2015.
Dicho proceso inversionista se incluye dentro de la Estrategia Nacional de Recuperación de Playas, concertada entre el Ministerio del Turismo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), a instancias del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, bajo la coordinación de una unidad inversionista adjunta a la empresa Inversiones GAMMA S.A. del CITMA.
Bajo la dirección de ese Programa Inversionista se concibieron y ejecutaron los proyectos de mantenimiento de las playas de Varadero en 2008 y 2009 y se ejecutaron más de 20 en otros balnearios cubanos y de Cancún, Riviera Maya, República Dominicana y Jamaica.
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