Ni desquite, ni Toronto

Por Norland Rosendo

El avileño William Granda capitán de la selección cubana.

A fin de cuentas, la selección cubana de baloncesto se quedó corta en sus aspiraciones de alcanzar un puesto en el podio de premiaciones del torneo Centrobásquet de Nayarit, México, y de paso, vieron esfumarse el boleto para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

Anoche empezaron bien, tanto que estuvieron delante en la pizarra durante los dos primeros cuartos, pero se les acabó la gasolina en la tercera manga, y a partir de ahí República Dominicana aprovechó a su antojo las inmensas brechas defensivas de los cubanos para ganar con marcador de 75 a 66.

Baste decir que la primera mitad quedó 37 a 34 a favor de los alumnos de Daniel Scott, pero tras el receso, los merengueros sacaron su artillería pesada para barrer a la escuadra criolla con abultada pizarra de 31 a 14. De nada valió entonces que los cubanos dominaran los últimos diez minutos, 15 cartones a 10.

Anoche, el centro capitalino Orestes Torres tuvo mejor puntería que en las jornadas precedentes y aportó 12 unidades, al igual que Yoan Luis Haití.

Bien me lo había dicho Daniel Scott durante los entrenamientos previos a la competencia, «tenemos que trabajar duro en la defensa, si no, será difícil ganar en el baloncesto moderno». Y esa fue una de las asignaturas con calificaciones más pálidas del conjunto cubano en este certamen regional.

Tampoco resultó efectiva la combinación de Osmel Oliva y Yasser Rodríguez en la cancha: cada vez que la dirección los colocó juntos, la merma en el rendimiento colectivo fue notable.

No obstante, hay que reconocer que Cuba tuvo un certamen halagüeño. Mejoraron cuatro escaños respecto a la anterior cita regional, efectuada hace dos años en Puerto Rico, cuando apenas ganaron un partido y perdieron tres, y esta vez los muchachos mostraron potencialidades con miras a futuras competiciones. Ahora queda prepararse para los Centrocaribes de Veracruz.